La tendencia Y2K fue el gran protagonista de casi todas las colecciones de Primavera 2022. Desde los jeans de tiro bajo, pasando por las baby tees, hasta llegar a las minifaldas; se trata de un estilo que venía popularizándose en las cuentas de TikTok e Instagram de la Generación Z, y que finalmente llegó a las pasarelas, a las campañas y a los editoriales de moda.
Aunque poco queda por decir de la tendencia Y2k, ya sea por su escasez de tela y su simpleza, cabe destacar que esta moda fue adoptada por todos con gran rapidez. Muchos de nosotros ya habíamos visto antes todas estas prendas, pero teniendo en cuenta toda la ropa para estar en casa y el athleisure que vivimos durante la pandemia, este glamour con aires del nuevo milenio se sintió perfectamente fresco.
Sin embargo, ahora que se acercan las colecciones de Primavera-Verano 2023, el estilo de los 2000 comienza a verse un poco desgastado. ¿Cuántas veces podremos ver en una pasarela camisetas cortas con logotipos bañados en cristal, pantalones cargo y jeans de tiro bajo y sentirnos como si estuviéramos viendo algo nuevo? La pregunta es: ¿qué sigue en la moda?
Lo que más creo es que será algo que ya hemos visto antes. Una regla ya comprobada, pero inquietantemente exacta, nos afirma que el carácter cíclico de la moda hace que las tendencias resurjan unos 20 años después de su primera aparición.
Imaginemos que estás en 2008, en tu iPod suena ‘I Bet You Look Good On The Dancefloor’ de los Arctic Monkeys. Llevas unas mallas rotas con unas Converse desgastadas y una camiseta de una gran banda (que compraste en Urban Outfitters, porque no es realmente vintage) la cortaste en forma de tank top con aberturas muy profundas.
Tu amiga lleva unos leggings dorados de American Apparel con un pequeño chaleco de vestir y una bufanda ajustada. Te conectas a MySpace, pero luego empiezas a ver las fotos de Mark Hunter, alias The Cobrasnake, para ver qué ropa llevan tus estrellas favoritas. En hispanoamérica el sitio de referencia era, sin duda, I Can Teach How To Do It, dirigido por Gerard Estadella. Aprovechas para ver fotos de fiestas exclusivas en las que aparecen Katy Perry y Taylor Swift, junto a Kanye West, o quizás a Tavi Gevinson en primera fila.
Entre 2006 y 2013 la estética de cool-girl ‘Indie Sleaze’ reinaba en todo su esplendor. Un estilo caracterizado por una mezcla descuidada y caótica de moda hipster, maximalismo de los 80 y grunge de los 90, el Indie Sleaze era lo-fi y muy DIY, pero sobre todo era un movimiento hedonista. Estaba profundamente ligado a la cultura de la fiesta (y a algunos valores y estéticas algo románticas que, afortunadamente, hemos dejado ya en el pasado).
Esta estética ha empezado a hacer sus primeras apariciones en TikTok, como una consecuencia de la Generación Z al burlarse, irónicamente, de la estética millennial antes de caer en ella. (¿No fue así como acabamos sumergidos en la moda de los 2000?) La Generación Z adora los audífonos con cable y las cámaras compactas con flash, de la misma manera que nosotros adorábamos los discos de vinilo y las cámaras Polaroid en aquella época. La historia se repite.
¿Será coincidencia que The Cobrasnake acaba de publicar un libro con la editorial Rizzoli con sus fotos de esa época? ¿O es casualidad que The Weeknd y Lily-Rose Depp estén a punto de protagonizar The Icon, una nueva serie de HBO Max anunciada como ‘la historia de amor más caótica de todo Hollywood?’. Lo caótico vuelve a estar de moda, chicos, solo que ahora es más glamuroso y ha sido reinterpretado.
Pantalones skinny en color neón, Converse a juego, un par de lentes de sol en persiana (sí, esos lentes que popularizó Ye, cuando se hacía llamar Kanye). Qué tiempos aquellos en los que se veía a los chicos Scene vivir su vida al máximo.
Scene fue una subcultura que comenzó a principios de los años ochenta y se hizo popular a mediados y finales de la década de 2000. Aunque a menudo se confunden con los Emo, y algunas partes de la estética (especialmente los peinados) se parezcan, los chicos Scene o Trendies eran algo diferente.
Les gustaba el hiperpop, el pop punk, el crunkcore y grupos como 3OH!3 (mientras escribo, suena 'Don't Trust Me'). Los jeans eran estrechos, las camisetas eran ajustadas y los estampados contrastaban. El delineador de ojos era grueso, los cinturones estaban llenos de tachuelas y el pelo era muy liso y, por lo general, en punta y recogido hacia un lado. La moda Scene acabó convirtiéndose en un estilo mainstream, con grupos como los Jonas Brothers adoptando algunos de esos looks y con bandas como LMFAO popularizando los colores y estampados que llevaban los Trendies.
Más de diez años después, los Jonas Brothers han vuelto, Machine Gun Kelly encarna el punto intermedio entre un Trendie y un chico Emo, y las e-girls y e-boys de TikTok se tiñen el pelo con los mismos tonos de color que los chicos Scene de ese entonces.
El corte de cabello actual entre los TikToker está básicamente a un tijerazo de distancia de ser el de los chicos Scene. Las marcas están adoptando diseños llamativos y están vendiendo los mismos colores brillantes que una vez dejamos de lado, para usar tonos neutros minimalistas. Estamos más o menos ahí, más allá de la mitad del camino.
‘Zooey Deschanel en 2013’ es la descripción máxima del estilo Twee. Para los que no estén familiarizados, Twee es un término británico que significa ‘excesivamente o afectivamente pintoresco, bonito o sentimental’, y esta estética está marcada por lo caprichoso, lo infantil y estrafalario. Es preppy, bien abotonado e inocente; casi el polo opuesto al Indie Sleaze.
En cuanto a la moda, piensa en péplums, camisas de cuello Peter Pan, collares de perlas, faldas acampanadas y pequeños lazos. Taylor Swift era muy Twee en 2012 cuando se vestía como una ‘ama de casa de los años 50’ (ojo, son sus palabras, no las mías). Y Alexa Chung era la imagen del Twee británico cuando salía con Alex Turner, el cantante de Arctic Monkeys. Esa fue una historia de amor entre una Twee y un Indie Sleaze.
Matthew Williams agregó recientemente péplums en su colección prêt-à-porter de Primavera 2022 para Givenchy. Por otro lado, la etiqueta #twee tiene 108 millones de visitas en TikTok (muy por encima de los 23,9 millones que ha acumulado #indiesleaze). A medida que la moda masculina y la femenina se vuelven más fluidas, estamos obligados a ver contrapropuestas a través de estéticas de género más interesantes, y el Twee se siente como algo muy maduro para realmente lograrlo.
En definitiva, las estéticas se han diversificado después del regreso de los 2000. Recordemos que los primeros sitios de redes sociales como MySpace y Hi5, eran ventanas a las elecciones de estilo de otras personas (lo siento chicos, esto es anterior a la aparición de Facebook/Meta, y podría sonar como una clase de historia digital), pero la moda se bifurcó sin cesar en lo que ahora son las galaxias estéticas, bajo un hashtag, que consumimos en TikTok.
Después del regreso de la moda Y2K, es probable que la ropa no se asiente en una sola estética, sino que siga dividiéndose en varias corrientes. Por supuesto, lo mejor de la moda es que siempre quedará en ti el poder de elegir qué ponerte, así que adelante, escoge tu propia aventura.